Entrevista a Pepe Calvo, director del Museo Etnográfico de Castilla y León

”El Etnográfico trabaja en acciones que reflexionen sobre la condición humana, las culturas y la trasformación social”

Pepe Calvo, director del Museo Etnográfico de Castilla y León
Pepe Calvo, director del Museo Etnográfico de Castilla y León

Desde hace dos años y medio, Pepe Calvo lleva la batuta del Museo Etnográfico de Castilla y León, con sede en Zamora. Licenciado en Antropología Social y en Derecho, el responsable de este espacio museístico regional posee una trayectoria profesional relacionada con los programas de cultura científica e innovación y gestión cultural. Una de sus preocupaciones es unir la tradición con los aspectos sociales y culturales de la sociedad moderna. Pensando en el futuro, Calvo Domínguez apuesta por el diálogo sobre la condición humana y por un mayor conocimiento de las culturas que pueblan el planeta.

-¿Qué es exactamente el Museo Etnográfico de Castilla y León?                                    

El MECYL es el primer museo de carácter regional que se abrió en Castilla y León, con la intención de albergar y difundir la cultura tradicional de nuestra comunidad. Se comenzó a edificar en 1998 y se inauguró en diciembre de 2002.

-Desde su toma de posesión del cargo, ¿cuál es la aportación o iniciativa con la que se encuentra más satisfecho?

Creo que el MECYL ha sido capaz de articular una agenda de programación de actividades y exposiciones bastante completa. Un logro importante ha sido el de transmitir la idea de que la etnografía no comprende solo la tradición, sino que tiene que tener en cuenta aspectos culturales y sociales de la actualidad. Esto lo hemos conseguido a través de la programación de formatos culturales que han amplificado el sentido de lo etnográfico, un buen ejemplo de esto es el Festival Internacional de Documentales Etnográficos “Etnovideográfica”, que este año cumplirá su tercera edición.

-¿Cómo definiría el actual  momento en que se encuentra el Museo?

EL MECYL vive un buen momento gracias al equipo del museo y a su estabilidad presupuestaria, que es vital a la hora de poder diseñar una programación de calidad para todos los públicos. La participación de la gente y del tejido asociativo a la hora de poner en pie muchas actividades es otra de las claves que nos indica que el museo vive un buen momento.

Entrada de plaza de Viriato del Museo Etnográfico de Castilla y León

-¿Qué se puede ver en el Museo y en qué secciones se divide?

La exposición permanente del museo se divide en cinco plantas. En la planta tercera comienza el recorrido con objetos de alfarería fabricados por hombres y mujeres a través de los siglos. Aquí el discurso gira entorno a la mitología y la religión, la relación con la vida y la muerte, con los oficios, incluso con la arquitectura. La plata segunda se centra en las creencias, los mitos religiosos, las normas que seguían las distintas sociedades, la educación de los ciudadanos, las leyes, el lenguaje y los cambios culturales. A lo largo de la primera planta el visitante puede disfrutar de objetos decorados y elaborados artísticamente y su relación con la vida cotidiana y con el simbolismo. El arte popular ofrece aquí una gran variedad de diseños que ayudan a identificar a su gente tanto individual como colectivamente. La planta cero expone todo lo relacionado con los ritos, las medidas del tiempo, el tiempo meteorológico, las fiestas, etc. Finalmente, la planta sótano muestra los modos de producción agrícolas y ganaderos, las industrias domésticas, los oficios perdidos y el hogar tradicional.

-Dentro del Museo, ¿en qué contexto se ubican las mascaradas y por extensión Los Carochos?

Los Carochos aparecen en la planta cero, en el área que más se centra en los ciclos y las fiestas. En la actualidad tenemos expuestas unas tenazas y una fotografía del Carocho Grande. Además en la aplicación Bemuseums que tiene el museo para realizar visitas interactivas aparecen más fotos y algún video de Los Carochos que los visitantes pueden ver en sus dispositivos móviles o tabletas digitales. Para el MECYL sería un gran privilegio poder contar con alguna pieza emblemática de Los Carochos en su exposición permanente por su enorme valor antropológico.

-Existía una iniciativa para grabar en 3D una tradición por cada provincia de la región. ¿Cómo está el proyecto?

Tuvimos una serie de contactos con empresas tecnológicas para intentar financiar este proyecto, pero de momento no han prosperado.

-¿Con qué documentación cuenta en estos momentos el Etnográfico relacionada con Los Carochos?

La Biblioteca del MECyL cuenta en su colección con 27 diapositivas tomadas en 1989 con imágenes de los personajes principales que participan en Los Carochos de Riofrío de Aliste. Así mismo, una grabación en vídeo del año 1987, que recoge en 19 minutos algunos aspectos relevantes de esta celebración.  La biblioteca también dispone en su colección con diferentes publicaciones relacionadas con las mascaradas de invierno y que están a disposición de los usuarios que las necesiten.

-En Riofrío inauguramos años atrás un espacio, la Casa de Los Carochos, dedicado íntegramente a nuestra tradición más emblemática.  ¿Qué hay que esperar de lugares como este?

Creo que deben de ser espacios capaces de ser atractivos en lo divulgativo y sostenibles en lo tocante a recursos humanos y económicos.

-¿Cómo entiende que debe ser la gestión en estos pequeños museos locales?

A mí me gusta el modelo de los ecomuseos, entendidos como aquellos centros museísticos que están orientados a la identidad de un territorio. Los ecomuseos se sustentan en la participación de sus habitantes y se crean a partir de objetivos de bienestar y de transformación positiva de la comunidad que representan.

-¿Qué función cree que cumplen hoy en día las mascaradas?

Entiendo que las mascaradas cumplen varias funciones y que, como todo lo cultural, estas funciones no son fijas. En el territorio de lo humano lo único inmutable es la mutabilidad. Su función identitaria dentro del mundo globalizado es clara, la función de ciclo y fiesta, la función de la carnavalización e inversión de la realidad, la función de ritual colectivo y reanclaje con procesos que parecían perdidos por los efectos de la modernidad, la función mágica que puede tener en los niños y demás personas con potencial poético, la función de dinamización del territorio…, y cómo no, la función económica que hoy está por todas partes. Nada escapa del análisis económico.

-Dentro de las mascaradas existen dos tendencias: una es exhibir las mascaradas en desfiles turísticos ante miles de espectadores  y la otra es mostrarla únicamente en la fecha y la localidad donde nació. ¿Cuál es su posición?

No tengo una posición definida al respecto, ni creo que deba tenerla. Esto pertenece a la gente que lo vive y lo revive. Por eso siguen vivos Los Carochos, porque no han sido administrados desde fuera, porque su articulación ha sido popular. Lo que decida la gente a la que pertenece directamente esta tradición para mí estará bien, pero que sean ellos los que ponderen pros y contras de cada tendencia.

-¿De qué manera sirve el Etnográfico para que los habitantes de Castilla y León tomemos conciencia de quiénes somos, de dónde venimos y conozcamos la cultura de nuestros antepasados?

El MECYL exhibe una amplia familia de piezas relacionadas con el mundo tradicional de nuestra región y articula un buen número de actividades entorno a la cultura que hemos heredado. También intentamos ofrecer formatos culturales que reflexionen sobre temas actuales que no podemos eludir.

-¿Qué actividades se realizan en el Etnográfico con respecto a poner en valor la cultura tradicional?

Son muchas. Por poner varios ejemplos hace poco celebramos las II Jornadas “Creencias Mágicas Populares: Mitos y Supersticiones”. En ellas se presentó una nueva publicación del museo titulada “El mundo encantado de Castilla y León. Sus seres mágicos y criaturas míticas” escrito por Jesús Callejo e ilustrado por Tomás Hijo. Estamos desarrollando un sinfín de actividades sobre arquitectura popular, paisajes sagrados, temas de música tradicional, bailes populares, proyecciones audiovisuales inspiradas en la tradición, talleres infantiles sobre alfarería, canción popular…

-Si tuviera que hacer de guía por un día del Etnográfico, ¿qué destacaría?

Sin duda, destacaría los cambios que se han producido en el mundo y en nuestra Comunidad desde la pre-modernidad hasta la actualidad, enfrentando las piezas del museo y su trasfondo cultural y social con los problemas, retos y situaciones particulares y globales  que vivimos en la actualidad. Creo que ese es el juego que da más sentido al MECYL, hablar del pasado, del presente y del futuro desde una posición crítica y reflexiva.

-¿Hacia dónde tienen pensado dirigir el Museo en el futuro?

Desde el equipo del museo estamos trabajando para que la dirección que tome el MECYL se encauce hacia el desarrollo de exposiciones y actividades que inviten al diálogo, a la reflexión sobre la condición humana, sobre la trasformación social positiva. Dirigir el museo hacia la gente, hacia nuestras culturas internas y hacia la gran pluralidad de culturas que conforman el mundo en el que vivimos.

Graduación de las Edades, Museo Etnográfico de Castilla y León