El lanzamiento de un cohete marca el inicio de la celebración. Los once personajes de Los Carochos salen a la calle el 1 de enero, al mediodía, desde un local del centro del pueblo. Es uno de los momentos más esperados. Irrumpen en el espacio público, en primer lugar, los dos protagonistas, envueltos en humo, seguidos por el grupo de Los Guapos. A continuación, les sigue El del Lino para, después, hacerlo Los Filandorros, carro tirado por dos burros incluido, y El Gitano que cierra la comitiva.
Unas supuestas autoridades detienen a los Gitanos para indagar sobre su identidad, procedencia e intenciones. Los forasteros han de acreditar documentalmente la sanidad de los animales y las personas que llevan a su cuidado. Después de una refriega dialéctica, en un diálogo en clave de humor, los viajeros continúan viaje.
Tras esta obligada parada, todos los grupos se dirigen a la casa del cura para proceder al bautizo del niño de la Madama, no sin antes haber pedido el preceptivo permiso al alcalde y al cura para celebrar la Mascarada.
Después de este acontecimiento, mientras Carochos y Guapos se refugian en una portalada (corral), Los Gitanos venden su quincalla al tiempo que el carro discurre hacia la plaza del Sagrado, junto a la Iglesia, donde unos vecinos espontáneamente vuelcan el carro que lleva al Ciego y que como consecuencia de ese accidente el personaje queda malherido al caer del carro. Sus compañeros Molacillo y Gitano tratan de reanimarlo con ayuda de un médico y un cura, elegidos entre el público, con resultado negativo.
Mientras tanto, la Filandorra traza un círculo de ceniza en torno a la representación pre-teatral. Los Carochos tratan de abordarlo pero el círculo, la cruz de gamones que porta el Ciego y sus compañeros, Molacillo y Gitano, que luchan contra ellos, lo impiden.
En este momento el Ciego desaparece. Tratan de localizarlo El Molacillo y El Gitano con el sonido de un cuerno de vaca o una caracola de mar, pero el Ciego se hace el remolón. Finalmente, El Ciego responde a la llamada desde un lugar cercano. Lo traen preso con una soga al cuello y celebran su ‘resurrección’ con pícaros cantares.
Los Carochos han comenzado a visitar las casas de los paisanos y pedir el aguinaldo, en tanto que los Guapos hacen lo mismo, pero detrás de los protagonistas, utilizando la siguiente fórmula al entrar en cada casa: ‘Buenos días de Años Nuevos, en salida de Años Viejos, en vida de (cita los moradores de la casa)”. Y al salir, los personajes lo hacen con un ‘Que de hoy en un Año’.
A lo largo del día, Diablos y Gitanos se enfrentan y luchan entre ellos varias veces durante la jornada. Otros instantes destacados de la obisparra son el momento en que Los Diablos cruzan el río, con el proverbial miedo de los demonios al agua, así como El Baile del Sagrao animado por la gaita y el tamboril. Aquí Los Carochos dan a morder el chorizo de los aguinaldos a los parroquianos y bailan alternativamente con todas las mozas hasta llegar a La Madama, circunstancia que marca el final de la danza aunque no el resto de movimientos, cantares y petición de aguinaldos hasta bien entrada la noche.
A continuación os dejamos dos links en los que veréis qué son los Carochos: En éste podéis ver un estupendo Documental sobre los Carochos grabado por RTVE y aquí el episodio completo que El Arcón de RTVCyL nos dedicó.